El agua es el componente primario para un óptimo desempeño físico y mental. Sin embargo, a través de las funciones corporales como la respiración, el sudor o las funciones excretoras cada día nuestro cuerpo pierde agua y nuestro cerebro silenciosamente puede ser el más afectado.
Según la Guía de Hidratación de la Cátedra Internacional de Estudios Avanzados en Hidratación, el cerebro es aproximadamente un 75% agua y una hidratación adecuada es importante para su buen funcionamiento puesto que al hacerlo favorecemos que sus células reciban sangre oxigenada contribuyendo a mantener un estado óptimo.
Pero, ¿Qué ocurre si no tomamos suficiente agua?
La deshidratación se presenta cuando la pérdida de líquidos es superior a los que se ingieren. Cuando es leve, es decir, cuando la pérdida de agua conduce a una reducción del peso corporal de 1 o 2%, puede afectar la capacidad de concentración. Sin embargo ante una pérdida de agua de más de un 2% del peso corporal puede afectarse la capacidad de procesamiento del cerebro y la memoria a corto plazo.
Así mismo, si sabemos que la mayor cantidad de agua que está presente en nuestro cuerpo se encuentra en el interior de las células y el resto circula por el espacio entre ellas y el plasma sanguíneo, ¿Cómo podemos saber cuánta agua debemos tomar?
La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria presenta en su documento de opinión científica sobre los valores dietéticos de referencia para el agua, que la necesidad individual de agua está relacionada al consumo calórico, a las pérdidas insensibles de agua y a la capacidad diluyente del riñón por lo que su consumo no puede generalizarse puesto que no todos tenemos las mismas necesidades de hidratación, ellas varían de acuerdo al género, la edad, el clima en el que vivimos e incluso las actividades que realizamos, es decir, las necesidades de agua de un niño en edad escolar, adulto mayor, una persona que hace ejercicio o de una mujer que se encuentre en embarazo o en período de lactancia serán diferentes.
Ahora, ¿Cómo saber si el agua que tomo es suficiente o si por el contrario mi cuerpo está deshidratado?
Nuestro cuerpo utiliza el agua para eliminar las toxinas generando que constantemente se pierdan líquidos a través de la respiración, la sudoración o la orina. Si el consumo de agua es deficiente tu cerebro te lo hará saber a través de los síntomas asociados a una deshidratación leve: dolor de cabeza, debilidad, mareos, fatiga, cansancio y/o somnolencia.
Para favorecer una hidratación adecuada y evitar alteraciones en tu salud o en la de tu familia, toma suficiente agua cada día, de preferencia elige agua que provenga de una fuente renovable libre de contaminantes, sedimentos y químicos.
Y tú, ¿Ya tomaste agua hoy?
