¿Alguna vez has pensado en la calidad del aire que respiras en tus espacios interiores? La contaminación del aire interior “puede contener más de 900 sustancias químicas, así como partículas y materiales biológicos con efectos nocivos para la salud” y aunque pasa desapercibida sus efectos en nuestra salud pueden ser perjudiciales.
Según el Comité Científico de Riesgos para la Salud y el Medio Ambiente (SCHER) factores como la ventilación, las condiciones de limpieza, las características del edificio, los productos utilizados en los hogares, los hábitos culturales, el clima y el ambiente exterior pueden influir negativamente en la calidad del aire interior.
Los peligros de la contaminación del aire en interiores
- Compuestos Orgánicos Volátiles (COVs): Los COVs son sustancias químicas que se liberan en el aire a partir de productos como pinturas, limpiadores, muebles y alfombras. La exposición prolongada a los COVs puede causar síntomas como dolores de cabeza, irritación de ojos y garganta, y, en casos graves, problemas respiratorios y cáncer.
- Humo de tabaco: Contiene más de 7,000 sustancias químicas, muchas de las cuales son tóxicas y cancerígenas. La exposición al humo de segunda mano puede aumentar el riesgo de enfermedades cardíacas, respiratorias y cáncer en no fumadores.
- Humedad: Una humedad baja produce irritación de los ojos, sequedad de la piel y la nariz, y erupciones cutáneas, mientras que una humedad alta favorece la aparición de moho y hongos, liberando esporas al aire que pueden causar alergias, asma y problemas respiratorios.
- Ácaros del polvo: Estos microorganismos se encuentran comúnmente en el polvo doméstico y pueden desencadenar alergias y problemas respiratorios, especialmente en personas sensibles.
Cómo contrarrestar la contaminación del aire en interiores
Ventilación adecuada: Asegúrate de que tu hogar esté bien ventilado. Abre ventanas y puertas para permitir la circulación de aire fresco, especialmente cuando cocines o uses productos químicos domésticos.
Control de la humedad: Mantén los niveles de humedad bajo control para evitar el crecimiento de moho y reacciones alérgicas.
Evita el tabaquismo: si quieres protegerte de los efectos nocivos de las sustancias químicas generadas en el humo del cigarrillo la mejor forma es evitar su consumo.
Limpieza regular: Realiza una limpieza regular para reducir la acumulación de polvo y ácaros. Lava regularmente la ropa de cama y las cortinas. Opta por productos de limpieza naturales y ecológicos.
Purificadores de aire: Considera tener en tus espacios interiores un sistema de filtración de aire que elimine partículas finas y contaminantes del ambiente. Una excelente alternativa es el sistema de filtración avanzada de aire KenkoAir Purifier de NIKKEN que filtra 99.9% de partículas y cuenta con un generador de Iones Negativos, los cuales al ser las vitaminas del aire brindan una sensación relajante y estimulante.
La contaminación del aire en interiores es una amenaza silenciosa. Según la OMS “los efectos combinados de la contaminación del aire ambiente y la del aire doméstico se asocian a 6,7 millones de muertes prematuras cada año.” Cuidar de la calidad del aire que respiramos es necesario para nuestro bienestar y el de nuestra familia.
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